jueves, 4 de octubre de 2007

Diez pasos para amarse a uno mismo



1. Deja de criticarte. La crítica nunca cambia nada. Niégate a criticarte. Acéptate exactamente tal como eres. Todo el mundo cambia. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te apruebas, tus cambios son positivos.
2. No te asustes. Deja de aterrorizarte con tus pensamientos. Es una forma horrible de vivir. Busca alguna imagen mental que te produzca placer (la mía son rosas amarillas), e inmediatamente reemplaza el pensamiento aterrador por uno agradable.
3. Sé amable, apacible y paciente. Sé amable contigo. Pórtate bien contigo. Ten paciencia contigo mientras aprendes esta nueva forma de pensar. Trátate como tratarías a una persona a la que verdaderamente amas.
4. Sé tolerante con tu mente. El odio a uno mismo es el odio a los propios pensamientos. No te odies por tener los pensamientos que tiene. Cámbielos suavemente.
5. Elógiate. La crítica destruye el espíritu interior. El elogio lo construye. Elógiate todo lo que puedas. Alábate por lo bien que haces las cosas, por más insignificantes que sean.
6. Bríndate apoyo. Busca formas de apoyarte. Recurre a tus amigos y déjate ayudar. Es muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se necesita.
7. Sé indulgente con tus aspectos negativos. Comprende que los creaste para satisfacer una serie de necesidades. Ahora estás encontrando formas nuevas y positivas de satisfacer esas mismas necesidades. De modo que deja amorosamente que las viejas pautas negativas de vayan.
8. Cuida tu cuerpo. Infórmate sobre cuál es la nutrición adecuada para ti. ¿Qué clase de combustible necesita tu cuerpo para tener una energía y una vitalidad óptimas? Infórmate sobre las distintas modalidades de ejercicio físico que existen. ¿Qué tipo de ejercicio le gustaría hacer? Mima y venera el templo en el que vives.
9. Trabajo con el espejo. Mírate a los ojos a menudo. Expresa el creciente amor que sientes por ti. Perdónate mirándote en el espejo. Conversa con tus padres mirándote en el espejo. Perdónalos también. Al menos una vez al día di: "Te quiero, realmente te quiero".
10. ¡Hazlo ya! No esperes a sentirte bien, ni a perder peso, ni a tener el nuevo empleo o la nueva relación. Empieza ahora a hacer cosas, y hazlas lo mejor que puedas.
Sobre merecer y no merecer
Muchas personas se niegan a hacer esfuerzo alguno para crearse una vida feliz porque piensan que no se la merecen. Este sentimiento puedde remontarse a experiencias tan tempranas como el aprendizaje del control de esfínteres, o a cuando se nos decía que no obtendríamos algo que queríamos si no nos acabábamos la comida, o limpiábamos nuestro cuarto o recogíamos los juguetes. Todo esto son conceptos y opiniones de otras personas, y no tienen nada que ver con la realidad de nuestro ser.
El merecimiento no tiene nada que ver con tener cosas buenas. Es nuestra poca disposición a aceptarlas lo que nos estorba. Permítete aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces como si no.
Ejercicio sobre el merecimiento
He aquí algunas preguntas que te ayudarán a comprender lo que4 es en realidad el merecimiento, y el amoroso poder curativo que se puede obtener de él.
¿Hay algo que deseas y que no obtienes? ¿Qué?
Defínelo de un modo claro y específico.
¿Cuáles eran las leyes o reglas respecto a los merecimientos en tu casa?: ¿Qué te decían? ¿"No te lo mereces"? ¿O "Te mereces un buen bofetón"? ¿Pensaban tus padres que eran merecedores? ¿Tenías que ganarte de alguna manera el hecho de merecerte algo? ¿Te iba bien en eso de ganártelo? ¿Obtenías entonces lo que deseabas? ¿Te quitaban las cosas cuando hacías algo mal?
¿Te sientes una persona merecedora?: ¿Qué imagen aparece en tu mente? ¿"Más tarde, cuando me lo gane"? ¿"Tengo que trabajar por ello primero"? ¿Vales lo suficiente? ¿Serás alguna vez una persona bastante capaz y digna para merecer lo que sea?
¿Que creencia obstaculiza tu merecimiento?: ¿"No hay suficiente dinero"? ¿Temor? ¿Los viejos mensajes al estilo de: "Nunca harás nada bueno en la vida", o "No sirves para nada"?
¿Mereces vivir?: ¿Por qué? ¿Por qué no? ¡Te dijeron alguna vez "Mereces morir"?
¿Para qué vives?: ¿Cuál es el objetivo de tu vida? ¿Qué sentido tiene para tí? ¿Tienes un motivo para vivir?
¿Qué te mereces?: ¿Te dices: "Me merezco amor y alegría y todo lo bueno"? ¿O en lo más profundo crees que solo mereces lo peor? ¿Por qué? ¿De dónde vino ese mensaje? ¿Quieres dejarlo atrás? ¿Con qué vas a reemplazarlo? Recuerda, todo esto son pensamientos, y los pensamientos se pueden cambiar.
¿Qué serías capaz de hacer para ser más merecedor?: ¿Afirmaciones y tratamientos? ¿Serías capaz de peronar?. Si es así, entonces sin duda lograrás ser una persona más merecedora.
Es fácil ver el poder personal que almacenamos en la forma en que percibimos nuestro merecimiento, Intenta el tratamiento que te sugiero a continuación para instaurar una nueva pauta de pensamientos. Recuerda que este tratamiento es sólo un ejemplo. Con el tiempo es posible que quieras crear tu propio tratamiento, y el tratamiento personal siempre es el mejor. Al fin y al cabo tú eres el experto respecto a ti. Nadie jamás te conocerá mejor de lo que tú te conoces.
(Tomado del libro "Amar sin condiciones" de Louise L. Hay")

miércoles, 3 de octubre de 2007

CÓMO AMARSE A UNO MISMO

Afirmación: "Me dispongo a amarme y a apreciarme"
"Cuando hablo del amor a uno mismo, algunas personas creen que me refiero a ser vanidoso y engreído. Eso no tiene nada que ver con el amor a uno mismo. La vanidad y la presunción son manifestaciones de la carencia de autoestima. Ciertamente, a todos nos gusta tener buen aspecto, pero cuando la preocupación por nuestra apariencia física es excesiva, significa que no nos consideramos lo bastante valiosos tal como somos. Nos sentimos inseguros y tratamos de hacernos aceptable. Abrillantar la superficie nunca resulta, porque supeditamos nuestra valía personal a nuestra apariencia exterior, siempre cambiante. Sin embargo, nuestro valor como personas no tiene nada que ver con nuestro aspecto externo, sino que se fundamenta en cuánto nos amamos a nosotros mismos.
Sentir amor por nosotros mismos, en realidad es muy sencillo. Significa optar por sentirnos a gusto en nuestra propia compañía y por cuidarnos. Una vez realicemos esta opción, todo lo demás se coloca en su lugar con facilidad. El amor a uno mismo significa descargarnos del autocastigo, perdonarnos a nosotros mismos, dejar atrás el pasado, hacernos sentir "bien". Significa aprobarnos, disfrutar, pasarlo bien. Significa amarnos tal y como somos, mostrarnos amables y cariñososos con nosotros mismos mientras seguimos nuestro proceso de crecimiento.
Cómo amar a los demás
Aceptándolos como son. Dejándoles ser ellos mismos. Dejando que se encarguen de su propio proceso de crecimiento. No hay manera de aprender por otro. Si su comportamiento es perjudicial para nosotros, podemos evitar su presencia, y eso estará bien, no habremos hecho nada malo. Tenemos que amarnos lo suficiente para que no nos manipulen las personas autodestructivas. Si hay mucha gente negativa en nuestra vida, es preciso que descubramos qué pauta hya en nuestro interior que atrae hacia nosotros a esas personas.
Cuando cambianos, cuando abandonamos nuestra vieja pauta y nos comportamos de un modo diferente, los demás también hacen cambios en su forma de relacionarse con nuestra nueva personalidad, o bien se van de nuestra vida y así dejan que otras personas puedan entrar en ella, personas que nos aprecien. Suceda lo que suceda, siempre es positivo que nos amemos y aceptemos a nosotros mismos.
Ontro instrumento poderoso para sanar una relación sea familiar, laboral, eventual o íntima, es la "bendición con amor". Cuando alguien esté haciendo algo que trastorne la armonía de tu vida, bendícelo con amor. Lo puedes hacer de varias formas. Puedes decir: "Te bendigo con amor y pongo armonía en esta situación", o: "Te bendigo con amor, te libero y te dejo ir", o: "Te libero por tu bien".
Cuando hacemos esto con constancia, algo sucede en el lado invisible de la vida y la situación cambia para mejorar. He visto cómo este procedimiento cura relaciones de todo tipo. Jefes que se muestran agradables, familiares que manifiestan cariño, personas difíciles que se van, relaciones íntimas que se vuelven sinceras. Los que hemos practicado esta bendición con amor, estamos encantados con los resultados.
Lo que yo creo
Creo que todos los acontecimientos que nos han sucedido en nuestra vida hasta este momento han sido creados por los pensamientos y creencias que hemos tenido en el pasado. Los pensamientos son poderosos; los pensamientos son creativos. Nuestros pensamientos crean nuestra realidad. Esta es una ley de la naturaleza que estamos comenzando a comprender y practicar. Sin embargo, hemos estado oyendo el mensaje durante mucho tiempo.
Mi filosofía es en realidad muy sencilla para muchas personas. No obstante, la he visto funcionar una y otra vez. He aquí algunos de los puntos principales.
1. Lo que damos, eso recibimos. Siempre. Este mensaje es conocido desde hace mucho tiempo. Recordemos la Regla de Oro: "Comportaos con los demás, como queréis que se comporten con vosotros". Esta regla no fue creada para producir sentimientos de culpa. Es una ley de la naturaleza que también vale para las pautas de nuestros pensamientos. Si juzgamos, si criticamos, aunque sea sólo en pensamiento, también seremos juzgados y criticados. Si amamos incondicionalmente, atraeremos a personas que nos darán el mismo amor y la misma aceptación incondicionales. Los pensamientos de odio atraen pensamientos y actos de odio. Los pensamientos de celos atraen carencia y pérdida. Por otro lado, los pensamientos de perdón atraen curación y prosperidad. Los pensamientos de amor y de alegría atraen no sólo amor, sino también bienes increíbles, más de lo que somos capaces de imaginar, y estos bienes reflejan nuestros nuevos pensamientos sobre lo que creemos merecer.
2. Lo que creemos de nosotros mismos y de la vida, se convierte en realidad. Por eso es tan importante revisar lo que creemos. Demasiado a menudo se trata de creencias restrictivas que hemos heredado de nuestros padres o de la sociedad en que vivimos. Muchas veces pido a mis pacientes que, sosegadamente, hagan una lista de los aspectos de la vida que consideran más importantes y escriban a continuación las creencias que tienen sobre cada uno de ellos. Por ejemplo, escribe qué piensas de:
  • los hombres
  • la escasez
  • las mujeres
  • la prosperidad
  • el amor
  • el envejecimiento
  • el sexo
  • el trabajo
  • la salud
  • el éxito
  • tu cuerpo
  • Dios

Es sorprendente cuántas de nuestras creencias se formaron alrededor de los cinco años de edad. Ciertamente no todas son adecuadas para vivir nuestra vida actual, de modo que resulta muy útil hacer una limpieza mental periódica. Como todas las creencias son el fruto de una opción, ahora podemos elegir aquellas que nos apoyen y nos sustenten al máximo.

3. Nuestros pensamientos son creativos. Esta es la ley de la naturaleza más importante que necesitamos conocer. Un pensamiento aislado no tiene mayor importancia, pero los pensamientos son como las gotas de agua: se acumulan. Si seguimos pensando los mismos pensamientos durante mucho tiempo, se convierten en charcos, lagunas, lagos u océanos. Si son positivos, podemos flotar por los océanos de la vida. Si son negativos, podemos ahogarnos en un mar de negatividad y desesperación. ¿Cuál es tu actitud normal cuando te despiertas por la mañana? ¿Es una actitud de pesimismo y tristeza? Entonces esa será la chase de día que te espera. ¿Es una actitud de esperanza, amor y fe? Esa será la nota dominante de tu día, una atmósfera que te aportará todo lo que necesitas. Siéntate tranquilamente durante unos momentos: fíjate en el curso de tus pensamientos. ¿Realmente deseas tener el tipo de vida que te producirán estos pensamientos? Comienza a elegir conscientemente pensamientos que te ofrezcan sustento y apoyo

4. Somos dignos de que nos amen. Todos. Tú y yo. No tenemos que merecer el amor. No tenemos que ganarnos el derecho a respirar; respiramos porque existimos. Somos dignos de recibir amor porque existimos. Tenemos que saber eso y convertirlo en realidad en nuestra vida. También somos dignos de nuestro propio amor. No permitas que las opiniones negativas de tus padres ni los prejuicios de moda en la sociedad oscurezcan tu luz. La realidad de tu ser es que eres una persona capaz de amar y digna de ser amada. Sin embargo, es preciso que aceptes este concepto para que sea verdadero en tu vida. Recuerda: tus pensamientos crean tu realidad. Lo que los demás piensen o digan no tiene nada que ver con tu autovaloración. Dí ahora mismo: "Soy una persona digna de amor".

5. La autoaprobación y la autoaceptación son la clave de los cambios positivos. Cuando estamos enfadados con nosotros mismos, cuando juzgamos y criticamos todo lo que hacemos, cuando nos insultamos, estamos emitiendo vibraciones muy negativas, y entonces nuestra vida no funciona. Se trata simplemente de una antigua costumbre y no se fundamenta en la verdad. ¿Cómo podemos esperar que los demás nos amen y nos acepten si nosotros mismos no nos amamos ni nos aceptamos? "Me amo y me acepto exactamente tal como soy". Este pensamiento es muy poderoso y te ayudará a crear un mundo más feliz.

6. Podemos librarnos del pasado y perdonar a todo el mundo. El pasado sólo existe en nuestra mente. Aferrarnos a viejas heridas es castigarnos ahora por algo que otra persona hizo hace mucho tiempo. Eso no tiene ningún sentido. Demasiado a menudo nos encerramos a nosotros mismos en una cárcel de engreído resentimiento, y esa es una terrible forma de vivir. Puedes liberarte. Perdonar no significa aprobar el mal comportamiento; significa dejar de estar "atascados" en una situación, liberarnos de ella con el fin de no recrear una experiencia similar. Todos nos comportamos de la mejor manera que podemos en cada momento, con el entendimiento, la conciencia y el conocimiento que tenemos. Abandonar el resentimiento y reemplazarlo por comprensión es liberarnos. El perdón es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos.

7. El perdón abre la puerta al amor. El amor es el objetivo. El amor incondicional. ¿Cómo llegar a él? A través de la puerta del perdón. El perdón es como las muchas capas de la cebolla: conviene comenzar por las cosas que nos resulta más fácil perdonar, y avanzar poco a poco hacia las heridas más importantes a medida que vamos adquiriendo más práctica y vamos confiando cada vez más en el proceso. Saquemos las capas de las heridas una a una, hasta llegar a un nivel más profundo de comprensión. Allí encontraremos el amor esperándonos. El perdón y el amor van tomados de la mano.

8. El amor es la fuerza curativa más poderosa que existe. El mayor estímulo de nuestro sistema inmunitario es el amor por nosotros mismos. No podemos curarnos ni alcanzar la plenitud en una atmósfera de odio. A medida que aprendemosa amarnos nos hacemos poderosos. El amor nos hace abandonar el papel de víctima para adquirir el de ganador. El hecho de amarnos a nosotros mismos atrae a nuestra vida la ayuda que necesitamos en nuestro camino de curación . La personas que se sienten bien consigo mismos son naturalmente atractivas para los demás.

9. Basta con estar dispuesto. No es preciso esperar a saber "Cómo" hacer todas estas cosas. Lo único que necesitamos es querer hacerlas, estar dispuestos. Nuestros pensamientos son creativos. Pensar: "Quiero dejar de emitir juicios, o aprender a perdonar, a amarme tal como soy" es introducir un pensamiento en el Universo. A medida que uno repite el pensamiento, éste activa la ley de atracción y uno descubre a su alrededor caminos para llegar a conseguir exactamente eso. Estemos pues, dispuestos a llevar una vida feliz.

Una vez que tengas claros todos estos conceptos, leerás los diez pasos para amarse a uno mismo.

(Tomado de: Amar sin Condiciones de Louise L. Hay)

martes, 2 de octubre de 2007

EL PODER


Somos seres poderosos. Puede que no lo admitamos porque tal vez hemos entregado el control de nuestro poder a otras personas. Sin embargo, tenemos que recordar que cada uno de nosotros es el único pensador en su mente. Los demás pueden decirnos lo que quieran, pero somos nosotros lo que tomamos la decisión de aceptarlo o rechazarlo. Nuestro poder reside en nuestros pensamientos, porque nuestros pensamientos son creativos.
Entregamos nuestro poder a causa de la culpa, porque somos incapaces de decir “no”, siempre deseando complacer a los demás para que nos quieran. Tal vez estamos viviendo nuestra vida para nuestros padres, para nuestro amante o cónyuge, para nuestro médico, nuestros amigos, nuestro jefe, incluso para nuestra iglesia. Es otra manera de decir: “No valgo lo suficiente”, y esto crea odio hacia uno mismo y negación.
Generalmente cuando estamos enfermos cedemos nuestro poder a los médicos, como si la “D” de doctor fuera la “D” de Dios. A una persona sin poder le resulta muy difícil curarse a sí misma. Es mucho más probable que se llegue a la curación cuando hay un trabajo de equipo. Tú eliges al médico para que te ayude a ponerte bien. Juntos toman las decisiones. De esta forma, infuyes poderosamente en tu propio proceso curativo.
Al cambiar nuestras prioridades mentales, recuperamos nuestro poder. Comprendemos que también somos importantes y que no podemos vivir sólo para satisfacer a los demás. No vinimos a este planeta a negarnos a nosotros mismos. Vinimos para compartir nuestra unicidad, nuestra forma de ser única y especial. Nadie puede vivir la vida de la forma absolutamente particular en que nosotros lo hacemos. Tenemos nuestros propios talentos y capacidades, y estamos aquí para emplearlos en bien de nuestro mundo. Nos será útil esta afirmación: “Acepto mi poder y ahora dejo que mi ser único se exprese de formas profundamente satisfactorias”.
No es egoísta decir “Yo primero” porque eso es cuidar de uno mismo. Es elegir lo que es curativo para uno mismo. Es un acto de amor hacia uno mismo. He notado que las mujeres que sufren cáncer de mama, generalmente han estado cediendo su poder durante años. Los pechos suelen representar el sustento y estas mujeres han estado sustentando a todo el mundo, excepto a ellas mismas. Son grandes donantes y se olvidan de procurarse a sí mismas lo que necesitan. Esta actitud se ha convertido en una costumbre para ellas hasta tal punto que los demás no esperan que tomen otra. Es un gran paso para estas mujeres decir: “No”. Cuando dicen: “No, ahora me toca a mí”, están recobrando su poder y contribuyendo a su salud.
Comprender el propio poder, y emplearlo para curarse uno mismo y para contribuir a la salud de los demás, es un primer paso hacia la futura salud del planeta. Todos somos capaces de aportar amor y salud y mediante esta aportación curamos nuestra vida.


TRATAMIENTO

Hoy es un precioso día sobre la Tierra
Y vamos a vivirlo con alegría.
En este mundo de cambios,
Elijo ser flexible en todos los aspectos.
Me dispongo a cambiar mis creencias
y a cambiarme a mí
para mejorar la calidad de mi vida y de mi mundo.
Mi cuerpo me ama a pesar de cómo haya podido tratarlo.
Mi cuerpo se comunica conmigo
Y yo ahora escucho sus mensajes
Me abro para recibir el mensaje.
Hago las correcciones necesarias,
prestando atención a mi cuerpo
y dándole lo que necesita a todos los niveles,
para conseguir una salud óptima.
Recurro a una fuerza interior que está a mi disposición
siempre que la necesito.
Somos uno con el Padre que nos ha creado.
Estamos seguros y a salvo,
y todo esá bien en nuestro mundo.


(Tomado del Libro “Amar sin condiciones” de Louise L. Hay)

(Próxima Entrada: “Cómo amarse a uno mísmo”, de la misma autora)





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